Entradas

Que le den.

Que le den a los miedos, a los rechazos, a los defectos y a las millones de piedras por las que has tropezado en todo el camino. Que le den a los comentarios que no aportan, a la envidia, a los prejuicios, a los que desean el mal porque es lo único que tienen dentro. Que le den. Que le den a los que odian, a los que desaprovechan lo que tienen, a los que no valoran hasta que lo pierden. Que le den a las culpas, a los arrepentimientos, a todos los pensamientos negativos. Que le den a todo eso que no nos hace sacar una sonrisa cada día.

Te quiero hermano.

Que no se te olvide lo grande que eres. Lo grande que siempre has sido, aunque ni tú ni nadie lo mencione o se atreva a decirlo. Ni en voz alta, ni tampoco en bajito. Ten muy presente lo lejos que has llegado. Y lo que aun te queda por dar. Por lograr. Por conquistar. Por lo bien que haces, y el bien que le haces a tu hija y a nosotr@s. Por   aprender y enseñarnos que nada es fácil pero si te lo propones y lo haces con todas tus fuerzas, lo consigues. Por las buenas intenciones, la valentía y la fuerza de voluntad que tienes y transmitírnosla. Por cultivarlas. Y que si nuestras palabras hablan por sí mismas, nuestros actos nos definen y para ti, hermano mío, no hay ninguna definición porque eres lo más grande que tenemos . Actúa en consonancia. No te digo ‘suerte’ porque estamos contigo. PD: TE QUEREMOS. #sempreforza.

23:27

Me dejé tus silencios a medias en aquel rincón, empezó a sonar la canción que nunca te mereciste y volví a bailar sola. Esta vez he ganado ese pulso a tu cuello, he aprendido que caer no es tan dramático. Saqué tus mentiras y cerré mi pecho. Ya no eres capaz de hacerme daño. Empecé a volar sola, y todo acabó pareciéndome maravilloso. Vi el mar de cerca y me empapó su calma, que hoy hay un vestido en el mundo que no te quiere. No hay recuerdos y tampoco los quiero. Con lo que hemos sido...quién me iba a decir a mí que al volver a mirarte un día cualquiera yo ya no sería capaz de verte.

Amiga.

Cuida a esa amiga que alguna vez cuando pierdas el norte te lleve de juerga a un garito del sur. Que no tenga prisa si necesitas ir despacio, que sea capaz de acelerar por las dos, que lleve gasolina de sobra por si aprieta la reserva y baile contigo en todos los atascos. Que siempre tenga algo que recordar de lo que hicisteis en el pasado. Que vuele en nombre de tus alas y llore contigo si no hay más remedio. Que esté siempre a prueba de selfie. Cuida a esa amiga que no sabe esconderse, escaparse ni huir de tus locuras. Que las comparte. Que las quiere. Que no la asusta nada porque conoce perfectamente cada salto que sabe que vas a atreverte a dar. Que lo niegue todo y se arriesgue. Que comparta. Que discuta. Que viva intensamente. Cuida a esa amiga; es una pequeña maravillosa parte de lo que siempre querrás ver en el espejo cuando te mires.

Y entonces tú.

Llegaste haciéndole ver al mundo que todo es fácil si dos se dejan, que hoy no es demasiado importante si no es contigo, y mañana seré mejor desmontando mi boca en tres besos. Qué jodido parecía acabar con el pasado en tu espalda y que fácil olvidar sus nombres. Tejiste cosas nuevas, rompiste los disfraces y abriste una puerta. Viniste con las dudas lógicas de algo que no iba a serlo, con un acento a base de mar, en clave de fa y un abrazo capaz de matar inviernos. Prometo olvidarlo todo si vienes. Y sigo el camino que deja tu olor en mi ropa, no hay peros que puedan con esto. Quitarte la ropa, perderme contigo. Cerrar aeropuertos en días festivos, no caben en mi cuerpo otras manos, prefiero tenerte conmigo. Sé que no era mi destino ni era el tuyo. Y simplemente era el nuestro.

DESQUERERSE, porque a veces tenemos que elegir ese camino que nos lleva a nosotros. Y nos sentimos mejor.

Ya no me hace falta escuchar tu voz por las mañanas, ni desayuno tus manías, ni me pareces el camino más adecuado. Y me siento mejor. Me rindo a otra forma de hablar y a otros miedos, me he visto intentando superarte por la fuerza y no es lo mío, abrí el mar por donde más te gustaba, escuché unas súplicas que no eran de mi talla. Ya no quiero sentarme en tu silla, tus zapatos solo saben pisar al amor, no te vistes por los pies porque nunca te ha gustado. Con el descaro necesario de quien lo ha vivido todo compro un billete de ida y ya no te espero en la estación, que allí es verano. Aprendí a ser parte del invierno cuando tú eras lo primero en mis líneas. Ya no, y me siento mejor. Sin echarte de menos también sonrío. A los demás les digo que ya no importa demasiado nada que te rompa, ni te recomponga. Me das igual a cero. Que a comenzar nos enseñan los golpes que ya hemos dado. Puse todas las cartas sobre tu mesa, y me siento mejor. Al no saber jugarlas también ganamos. Al ser yo mism...

Lo siento por todo pero el amor no debería esconderse.

Hace bastante tiempo que no sé nada de ella, ni si quiera ningún mensaje. En una relación normal cuando echas de menos a alguien puedes escribirle y tener la esperanza de que algún día conteste, pero ese no es mi caso.  Durante mucho tiempo escribía todo aquello que quería decirle...y antes de darle al botón de enviar lo borraba. Y si algo tenía de bonito nuestra historia, es que las dos sabíamos que nos queríamos pero el mundo no tenía ni idea de nada. Las dos sabíamos que todo esto no nos iba a llevar a ningún sitio. Ella tenía a una familia y yo tenía toda una vida por delante. La última vez que la vi fue cuando pasé en su casa casi 10 días 24/7 con ella. Ella estaba con su familia y parecía todo perfecto, parecía feliz. Si algo me enamoró de Gala era todo el amor que tenía hacia su hermano, y yo sé que ella sería capaz de vivir una vida que no le toca por hacerlo feliz a él. Y eso me gusta más todavía. Yo entré en su vida de casualidad, o no, porque ella no es de esas mujere...