23:27

Me dejé tus silencios a medias en aquel rincón, empezó a sonar la canción que nunca te mereciste y volví a bailar sola. Esta vez he ganado ese pulso a tu cuello, he aprendido que caer no es tan dramático. Saqué tus mentiras y cerré mi pecho. Ya no eres capaz de hacerme daño. Empecé a volar sola, y todo acabó pareciéndome maravilloso. Vi el mar de cerca y me empapó su calma, que hoy hay un vestido en el mundo que no te quiere. No hay recuerdos y tampoco los quiero. Con lo que hemos sido...quién me iba a decir a mí que al volver a mirarte un día cualquiera yo ya no sería capaz de verte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amiga.

Y entonces tú.

Te quiero hermano.