Y entonces tú.
Llegaste haciéndole ver al mundo que todo es fácil si dos se dejan, que hoy no es demasiado importante si no es contigo, y mañana seré mejor desmontando mi boca en tres besos. Qué jodido parecía acabar con el pasado en tu espalda y que fácil olvidar sus nombres. Tejiste cosas nuevas, rompiste los disfraces y abriste una puerta. Viniste con las dudas lógicas de algo que no iba a serlo, con un acento a base de mar, en clave de fa y un abrazo capaz de matar inviernos. Prometo olvidarlo todo si vienes. Y sigo el camino que deja tu olor en mi ropa, no hay peros que puedan con esto. Quitarte la ropa, perderme contigo. Cerrar aeropuertos en días festivos, no caben en mi cuerpo otras manos, prefiero tenerte conmigo. Sé que no era mi destino ni era el tuyo. Y simplemente era el nuestro.
Comentarios
Publicar un comentario