DESQUERERSE, porque a veces tenemos que elegir ese camino que nos lleva a nosotros. Y nos sentimos mejor.
Ya no me hace falta escuchar tu voz por las mañanas, ni desayuno tus manías, ni me pareces el camino más adecuado. Y me siento mejor. Me rindo a otra forma de hablar y a otros miedos, me he visto intentando superarte por la fuerza y no es lo mío, abrí el mar por donde más te gustaba, escuché unas súplicas que no eran de mi talla. Ya no quiero sentarme en tu silla, tus zapatos solo saben pisar al amor, no te vistes por los pies porque nunca te ha gustado. Con el descaro necesario de quien lo ha vivido todo compro un billete de ida y ya no te espero en la estación, que allí es verano. Aprendí a ser parte del invierno cuando tú eras lo primero en mis líneas. Ya no, y me siento mejor. Sin echarte de menos también sonrío. A los demás les digo que ya no importa demasiado nada que te rompa, ni te recomponga. Me das igual a cero. Que a comenzar nos enseñan los golpes que ya hemos dado. Puse todas las cartas sobre tu mesa, y me siento mejor. Al no saber jugarlas también ganamos. Al ser yo misma, también gané. Ya no quiero esperarte más en la puerta de atrás sabiendo que es por donde siempre sales. Ya ni siquiera me importa el daño que nos hicimos, seguramente fueron dardos merecidos por querernos mal. Tarde, nunca pensé que se te haría tarde. Pero tampoco pensé que algún día mi cuerpo no quisiera chocarse contigo. Ya no pienso en tu piel como abrigo, ni de frío quiero que me cures. No sabes lo bien que me ha hecho verte marcharte como lo hiciste, ni pensé en desearte la felicidad plena en otras manos. Su perfume no tendrá nada que ver, pero aprende a hacerte el viaje. Te gustará entregarte por primera vez más que a medias. Hubiera preferido quererte si hubieras preferido quererme a mí. Ojalá cuando el rio sonó solo hubiera llevado agua. Me sentí perfecta cuando quería quedarme, me siento especial cuando sé que me he ido. No sé ni lo que siento al decirte que no vuelvas nunca, que no será lo mismo, que no tengo palabras para ti y tampoco tiempo. Aprendí a respirar cuando otros suspiros me dibujaban días menos tristes, alargaste mis horas y ahora que lo pienso me siento mejor. Mi corazón no te elige. Fuiste motor, ahora freno. La curva del circuito de la que todos hablan, allí ya se han estrellado antes. Me recuerdas a un teatro vacío, expertos en jugar con fuego. No eres demasiado cobarde para ser valiente. Eres demasiado valiente cuando eres cobarde. Demasiada enfermedad para tan poco remedio. Locuras sin escalas. Baches y algo por decirnos. Te mereces otra cosa y no soy yo. Me merezco a otra persona, y no eres tú. Lo he logrado, he cruzado esa puerta…y me siento mejor.
Comentarios
Publicar un comentario